Hola
Soy vuestra anfitriona Felicitas Del Pilar y Oliden.
Si de algo pueden estar
seguros es de que donde quiera que yo esté, nunca va a haber un gimnasio cerca,
NUNCA.
Hace varios kilómetros que
mandé al carajo las dietas.
Las probé TODAS: la de los
astronautas, la de la luna, la del sol, las de la AFIP…
No se bien si las dietas sirven
o no; el tema es que yo NO me las banco.
Por dos días, más o menos
aguanto bien. Al tercer día de “no poder comer algo”, estoy algo inquieta…
Al cuarto, ya te miro feo.
Al quinto, mi voz es igual
a la de Luis D´elía.
Y una semana después, ¡bala
y fuego para todo el mundo!.
Hasta que un médico me
diga “- Si comés una sola papa frita más, te morís”, no pienso hacer más
dietas.
En ésta puta sociedad
pareciera ser que la cosa es ser flaquita y tener amantes o ser gordita y tener
comida. Hasta el día de la fecha, estoy segura de que no hay porción de pizza
de Güerrin o milanesa napolitana que me vaya a dejar plantada y llorando por
los rincones.
Todo el mundo sabe que
cuando te pinta el bajón, aterrizás de cabeza en el kiosco o en la heladería.
Y cuando estás contento,
festejás con un asadazo entre amigos (con perdón de los vegetarianos, que
seguramente también festejan con alguna cosa rica).
¡Hasta morirse está
bueno!. Hoy en día las cocherías ya no tienen ese cafecito pedorro que te daban
antes: ahora hay capuchinos y unos sandwichitos muy ricos…
Sí claro: de fiambre.
Y dicha ésta última
reflexión, los dejo porque acaba de terminar de bajar la película “Viven”.
Buenas noches y puñeteros sueños (click acá para ver el video).
Buenas noches y puñeteros sueños (click acá para ver el video).
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